miércoles, 11 de marzo de 2009

Autoengaño (versión reducida) (Original 12-12-2008)

Ejercicio práctico sobre expresión de afectos para ANIMACIÓN, SERVICIOS EDUCATIVOS Y TIEMPO LIBRE

13-9-2031
Querida Susana:

Te preguntarás por qué. Por qué te escribo, por qué ahora, por qué después de casi 50 años. O tal vez no, tal vez estés preguntándote solamente quién soy, quien es ese Pablo que firma estas líneas, y eso sólo me ayudaría a demostrarme a mí mismo lo que tanto me empeño en negar: me has olvidado.

Creo que no te puedes impaginar lo mucho que me defraudaría saber eso. Si te marqué de una forma tan pobre, sólo a mí puedo culpar, y la culpa y el retordimiento me atormentan.
Remordimiento por no haberme atrevido en cinco décadas a decirte que te quiero. Culpa, por haber tenido la oportunidad y ser tan cobarde como para no hacerlo.

Pasó en el colegio, la primera vez que te vi. Alzaste la mirada cuando ocupé el asiento junto a ti y me sonreíste. Ya entonces lo tuve claro. Pasó también durante aquel viaje, cuando disparé el flash hacia tu figura y te inmortalicé en mi memoria y en mi retina para siempre. Supe, el día de nuestra graduación, que ésa sería nuestra oportunidad definitiva. Mi único y fatal error fue descubrirlo demasiado tarde, cuando ya otro había puesto sus ojos sobre ti.

Nunca fui capaz.

Me dijeron después que te casaste y tuviste hijos: niños con el color de tus ojos y niñas con tu sonrisa. Con cada nueva vida que alumbrabas tú se iba marchitando poco a poco la mía, por no compartirla contigo.

Lo único que quiero es hacerte saber, antes de marcharme, que te quiero, y que siempre te he querido. Que mis días han sido un poco más oscuros de lo que había planeado al vivirlos sin ti, y que mis noches han sido un poco menos estrelladas por pasarlas en soledad.

Como verás, sigo careciendo del valor y la voluntad para decírtelo en persona, como en verdad mereces, pero pensé que, quizás, escribiéndote lo mucho que me has marcado sería suficiente. Me encanta engañarme a mí mismo.

Cuídate y sé feliz. Hazlo también por mí.

Pablo.

No hay comentarios: