jueves, 7 de mayo de 2009

Inaccesible al desaliento

Llevo cuatro años preguntándome por qué nadie en la facultad se molesta en enseñarnos a ser, antes que psicólogos, luchadores. Esta mañana parte de ese deseo se ha visto cumplido cuando Paloma (siempre Paloma, si no fuera por ella...) nos ha largado uno de sus brevísimos y acelerados discursos sobre la vida. ¿El tema? Los sueños. Peliagudo, si tenemos en cuenta mi posición actual...

Paloma dice que los sueños nunca se deben, ni se pueden, olvidar. Que puedes tardar un minuto, un mes, o toda tu vida, pero tienes que conseguirlos. Y que, para lograrlo, tenemos que ser inaccesibles al desaliento.


A mí me parece perfecto, y no voy a negar que sus palabras me reconfortaron bastante, pero también es cierto que para ser inaccesible al desaliento hay que tener una paciencia que yo no sé si tengo. Igual que tampoco sé hasta dónde estoy dispuesta a llegar en esa lucha, ni cuánta salud mental voy a tener el valor de arriesgar. Paloma dice que lo mejor es ir proponiéndonos metas paulatinas a las que poder acceder de una manera realista, y yo casi no me puedo creer la cantidad de esas pequeñas metas que he ido consiguiendo durante el último año.


Pero la grande, la que de verdad importa, aún se me resiste. Y no es publicar, en contra de lo que pudiera parecer. Es enfrentarme a los portazos que me aguardan en el camino sabiendo poner la otra mejilla.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Portazos... a montones... no soy la más indicada para aconsejarte, soy quejicosa por naturaleza, negativa y escéptica.... sólo puedo decirte lo que yo hago.... pienso en que un día podré darme el gustazo de la Julia Roberts en Pretty Woman ("¿se acuerda de mí?")... sólo de imaginarme ese momento, ya tengo ganas de seguir.