Me gustan los balances. Significa, si se hacen, que ha habido grandes cambios, recuerdos, sensaciones y experiencias de las que hacer recuento. Los mejores años de mi vida son aquellos en los que el balance final ha arrojado un saldo desproporcionadamente favorable hacia el cambio, la felicidad, la maduración y las vivencias positivas.
Por eso, este año ha sido un buen año, y mi balance, independientemente de las cosas malas que ha habido y habrá, no podría ser mejor. Porque, por encima de todo, este 13 que tentó a la mala suerte lo atesoraré siempre como el año en que volví. El año en que Noche de Mardi Gras fue publicada, el año en que conocí a personas increíbles, el año en que recibí su inconmensurable apoyo y lo saboreé como el mejor de los manjares, pero, sobre todo, el año en que, tras una dolorosa y frustrante etapa de sequía creativa, volví a escribir. Mi corazón de escritora volvió a latir. Y creedme cuando os digo que, después de haberlo perdido, de haberlo dado por muerto, valoro más que nunca su acompasado latido. Tanto, que sólo le pido al 14 algo tan simple como seguir. Seguir, seguir, seguir escribiendo. Seguir disfrutando de la escritura. Seguir viviendo por y para ella, mi caprichosa musa, que desde aquí os desea, como yo, un muy feliz Año Nuevo :).
3 comentarios:
Feliz año nuevo y felices lecturas para este 2014....Un abrazo !
Felices Fiestas y Feliz 2014 :) y que sigas escribiendo mucho, mucho, mucho más.
Un saludo.
Muchas gracias, se hará lo que se pueda jejeje... Feliz año también para vosotras! :)
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