jueves, 12 de noviembre de 2015

Hace un año ya...



Hace un año ya desde el día en que te llevaste el mayor susto de tu vida y nos diste a nosotros el peor de la nuestra. 

Nunca una noche se me había hecho tan larga. Y tan dura. 

Nunca un viaje en avión se me había hecho tan duro. Y tan largo.

Hace un año ya...

Nunca había susurrado "por favor" en voz bajita tantas veces como lo hice durante aquellos días eternos. 

Nunca había dicho "gracias" a gritos tantas veces como lo he hecho en todos los que vinieron después, por todo lo que hemos podido seguir compartiendo desde entonces, y por todo lo que sé que aún nos queda por vivir, una al lado de la otra a pesar de la distancia.

Hace un año ya de esa nueva oportunidad, de ese volver a empezar, del mejor regalo de tu vida y de la nuestra. 

Hace un año ya desde que nos demostraste a todos una vez más lo fuerte que eres, aunque a veces tú todavía te empeñes en negarlo.

No ha sido un año fácil, mamá, y sabemos que las tempestades aún no han acabado. Los relámpagos nunca se apagan del todo, pero lo bueno es que, después del trueno, solo queda la certeza de que lo peor ya ha pasado. Y nuestros paraguas de colores alegres siempre, siempre, siempre estarán abiertos para ti. 

Te quiero.