martes, 10 de noviembre de 2009

Dama de Tréboles


Hoy es un día especial con una noticia especial. Para las que aún seguimos en la estacada editorial, ver "Dama de Tréboles" en las librerías es, más que una novedad literaria, una muestra de las vueltas que puede dar la vida y un regalo a la perseverancia y, sobre todo, a la confianza plena en lo que se hace.


Hace un año, nadie daba un duro por esta novela. Hoy, entra por la puerta grande del recién estrenado sello Romanticae (La Esfera de los Libros). Y todo porque Olivia se negó a guardarla en un cajón y dejar que se llenase de polvo (de ése mismo que, según le auguraban, tendrían que acabar barriendo sus vaqueros en el medio del camino).


Yo no conozco el subgénero (ésta es la única obra del Oeste que he leído en mi vida), ni tampoco sé mucho de Historia americana ni de costumbres rancheras. Sin embargo, he tenido un par de décadas para entrenar mis conocimientos en literatura y esta novela, frente a la cada vez más premiada mediocridad en favor de las cifras de ventas, es más de lo que podríamos esperar en una obra novel. Está escrita con mucho mimo técnico y, sobre manera, con un cariño especial por los personajes y el ambientación. Y eso se nota.


Desde aquí quiero desearle a Olivia toda la (merecida) suerte del mundo en esta aventura que, aunque ya arrancó hace unos meses, hoy da el pistoletazo oficial de salida. Como autora, porque sé que aún tiene mucho que decir, y como persona, porque a pesar de todo mantiene la coherencia en el suelo y la ilusión en las nubes.

5 comentarios:

Victoria Rodríguez dijo...

Me uno a los buenos deseos para Olivia y su maravillosa novela. Y aunque sus vaqueros vayan cubiertos del polvo del camino y hablen en inglés sobre todo, me encanta que no la hayan traducido allá en América y se haya quedado aquí en España para que podamos disfrutar de ellos.
Mucha suerte, Olivia.

Olivia Ardey dijo...

Impresionante... Los hados se han confabulado en un día tan especial: ¡por primera vez puedo insertar un comentario!

Pronto cambiarán las tornas, Erika, y seré yo quien te felicite desde mi blog por el lanzamiento al estrellato de tus Príncipes del Infierno. Lo merecen ellos y lo mereces tú.

Has sido una excelente madrina de esta pareja, gracias a tus sabios consejos matriculé a mi Ethan en la UNED. Ahora demostrará a los que ignoran que el Oeste va más allá de polvo y pistolas, que un rudo vaquero también puede amar la literatura.

De todos modos, los aplausos se los merece La Esfera de los Libros; por ser una editorial con amplitud de miras... y por dar bastante más de un duro.

Lo de los sueños es cierto (mi lado cenizo renacerá en cuanto empiecen a lloverme los palos). Lo de la coherencia me ha llegado al corazón. No creo que haya piropo mejor.

Un beso. Me has alegrado este día D en el que -maldito destino- he tenido que doblar turno laboral. ¡Asco de vida! (Nooo... eso no puedo decirlo en un día como hoy... ya lo diré mañana).

Ángeles Ibirika dijo...

Hoy es un día muy especial para Olivia y para todas las que hemos visto crecer a su maravilloso vaquero. Hoy es el primer día en el que todo el que quiera podrá comprobar el arte con el que escribe nuestra Olivia; algunas privilegiadas ya lo sabíamos.

Felicidades, compañera. Te mereces todos los triunfos por tu especial modo de narrar, pero, sobre todo, por lo estupenda persona que eres.

...y, las críticas... no podrán ser malas. Las buenas novelas no las merecen.

Ana Iturgaiz dijo...

¿Qué decir de este libro que no se vea ya en la portada? Delicado, elegante y tenaz.

Todo un lujo, por dentro y por fuera.

Irdala dijo...

Sólo llevo unas 50 páginas leídas de Dama de Tréboles como para hablar de la novela en sí. Sin embargo, sí puedo decir que Olivia escribe de maravilla, y eso ya es mucho viendo lo que una ve por ahí. Vuelvo a felicitar a esta nueva autora y le deseo toda la suerte del mundo.
Ahora, mi querida Érika, el siguiente comentario es para ti: Cada vez que leo cualquier cosa que escribes, incluso estos pequeños post en el blog, sueño con el día en el que por fin pueda tener tu libro en mis manos. Eres fantástica escribiendo, pero como persona eres un sol.
Un beso, preciosa.