lunes, 26 de octubre de 2009

O paras o te paro yo


Sí, soy yo. Deja de hacerte la distraída y préstame atención. Ya sé que una conductista radical declarada como tú no cree en mentalismos estúpidos, pero deberías saber que existo. Estoy aquí. Tu cuerpo no es una máquina, Érika. No busques engranajes mecanicistas.


No los vas a encontrar.


A veces, no todo en la vida se reduce a un simple esquema. A veces el estímulo no va seguido de nada. A veces la respuesta se produce de forma espontánea. A veces no podemos controlar lo que nos pasa, es cierto, pero otras muchas sí. Dices que llevas 24 años oyendo la misma canción de responsabilidades, expectativas y autoexigencias en tu cabeza.


Pues no sabes lo que es SER tu cabeza. El martilleo ya no me deja dormir.


Te lo ha dicho el médico. Sí, sí, ya sé que huyes de la medicina con el mismo pavor con que te alejas de las teorías de Bandura, pero hoy te ha gritado la realidad a la cara y creo que, por una vez (y sin que sirva de precedente, claro), deberías hacerle caso.


Tu cero negativo está perfecta. Tu tensión está baja, como siempre, pero eso no debería pillarte por sorpresa.


Es tu alma la que no puede más.


Soy tu cuerpo, Érika. Acuérdate de mi existencia de vez en cuando. Las cargas que tú te impones pesan en mi espalda. Es mi estómago el que se revuelve con cada nueva crisis de estrés tuya. Son mis sienes las que palpitan cuando tus retinas dicen basta.


Estoy aquí, Érika. Estoy al límite. O te paras tú o te paro yo. Y, créeme, no te va a gustar.

2 comentarios:

Alassë dijo...

Para... para... si ya vas de puntillas por la línea que traza los límites del mentalismo la cosa no pinta bien xD
Necesitas otro crucero... pero en mejor compañía ^_~

Infinitérrimas gracias por la recomendación, le había estado echando un ojo a la lista de títulos de esta mujer y acojo "Una muchacha anticuada" con muy buenas expectativas :D

Un besín!

Nieves Hidalgo dijo...

Querida Érika,
hasta para decir que estás a tope, enamoras.
¡Bendito estrés que te hace escribir tan maravillosamente!
Pero... cuídate. Relájate. Y si lo consigues, me cuentas el modo, que voy por el mismo camino.
Besos