jueves, 10 de septiembre de 2009

Reptiles

Primero fui la serpiente que se comió un elefante, pero todo el mundo me confundió con un sombrero. No le di mucha importancia.

Después, una retorcida culebra que se enredaba entre los cabellos de la Medusa. Creo que ahí empezó realmente lo gordo.

A continuación, me pusieron unos tacones y un poco de sombra de ojos. Ya era la víbora. Me olvidé de todo lo demás.

¿Y ahora? ¿Quién soy ahora? Tengo a mis espaldas a la serpiente, a la culebra y la víbora, pero, en cuanto a identidad, aún no tengo claro cómo definirme. Sólo sé que tengo personalidad de arte y cerebro de ciencia, cara de ángel y cuerpo de demonio, gestos de princesa y lenguaje de marinero.

¿Qué soy yo?

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